A LA MADRE GAIA
A ti, Divina Madre, tu que nos abasteces.
Hoy me inclino hacia ti como un servidor,
más impotente que nunca, pues te veo herida.
Tú mereces todos los honores y medallas,
todas las glorias y alabanzas,
porque has logrado amar incondicionalmente,
a toda clase de especie que sobre ti,
va matando tu esperanza.
A Ti, Divina Madre,
que has soportado el dolor de tus hijos y sus errores.
A Ti que no lloras tu muerte sino la nuestra.
Bendita Tú que cumples tu misión en servicio de Dios,
y nos has demostrado tantas veces,
que lo único que te mantiene viva
es el Amor por tus ciegos hijos.
“Gracias Gaia”
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Mago Yel
Si a las 12 del día o la noche decides dar energía de Amor al Planeta, has de saber que mucha gente de todo el mundo ya lo hace desde años, con el fin de generar una fuerza mayor. ¿Que cómo se hace? Háblale de Amor…
El Edén llora enterrado
Consiguió quebrar el suelo y gritar que estaba viva.
¡Brota vida!
Resurge entre las baldosas,
de un Edén enterrado por un mundo inmunizado
que no ha aprendido a mirar.
Que no entiende de sentidos, de formas, ni libertad.
¡Brota vida! ¡Sal al aire!
De ti renazca la fuerza, la más grande voluntad.
De ti una flor abre al viento, regalándome verdad.
Va robando mi atención, sabe que soy su mitad,
y entre pisada y pisada, me va ofreciendo miradas
bebiendo de mi lealtad.
Tu voluntad me habría el pecho y el alma a mi me crecía
en tu juego de nacer, cada tres baldosas vida.
Y ahora…
mi verso incompleto llora.
Alguien mató lo creciente y derramó muestro amor…
¡ Yaces en el suelo ardiente!
¡Escucha, Vida, despierta!
No quiere morir mi verso
¡Brota y levanta el ladrillo!
y lléname la mirada de “verde y de amarillo”.
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Mago Yel
